¿Todavía es posible pensar utópicamente?
La tesis sobre un mundo sin fronteras, renta universal y semana laboral de 15 horas plantea un mundo distinto.
Desde que Tomás Moro acuñara el término ‘Utopía’ en 1516, de una u otra manera la humanidad ha estado persiguiendo alguna con más o menos énfasis, dependiendo de la época. Oscar Wilde, por ejemplo, escribió en el siglo XIX que “Utopía es el único país en el que la humanidad acaba siempre desembarcando”. Algunos sostienen que el siglo pasado “acabó con las utopías” y, es evidente, el siglo XXI las espera –cuando no las rechaza– con un dejo de desilusión. Hoy, el joven Rutger Bregman toma la posta y vuelve a hablar de ellas sin temor a ser condenado. Su ensayo Utopía para realistas (Salamandra) nació en formato digital, publicado por el sitio holandés De Correspondent. Ahí Bregman sostiene, tal como lo hiciera el autor irlandés, que “progreso es la realización de Utopías” y propone una vuelta a ese país. Debido al impacto que generó se convirtió en libro, best-seller nacional e impulsor de un movimiento a favor de la renta básica universal que tiene sus réplicas en varias partes del mundo. Mientras, se espera la traducción a otros 15 idiomas. Con la misma vehemencia con la que habló en su charla TED sobre la pobreza (casi un millón de vistas y más comentarios que ninguna otra) conversó con Ñ por Skype.